¡Me ha encantado ser parte del voluntariado de cocina en el encuentro La Voz de la Tierra! Sobre todo el relacionarme con personas que preparan los alimentos desde la base espiritual consciente, con amor, risas y cantos sagrados. Cada uno aporta de lo suyo, transformando la preparación en un alimento lleno de amor que nutre no solamente el cuerpo sino también el alma. En lo personal ha sido terapia a la vena para poder desarrollar en vida cotidiana mi carrera de cocinero.

Mi experiencia ha sido hermosa. Siempre me he sentido orgullosa de que me inviten, un lindo lugar que está conectado con la naturaleza, se siente una paz muy linda. Orgullosa de ser parte de esta linda fundación y ver todo lo lindo que hacen con el arte, la danza y otros proyectos. Donde es un orgullo compartir mi saber, que es el arte en crin.

Conocí la ecoaldea La Bella el 2017 para un encuentro del Consejo de Visiones. Fui recibida con mucho cariño por sus fundadores Nikola Bahna y Margarita Silva. Desde entonces he vuelto en numerosas ocasiones, siempre acogida con respeto, gentileza y cariño de todos quienes habitan y trabajan en la ecoaldea. A mis 74 años recibí respuesta a mi rezo de volver a vivir en comunidad y desde junio 2024 habito en La Bella, con el propósito de cuidar este pedacito de la Madre Tierra y cuidar las relaciones y convivencia de una comunidad comprometida con prácticas de principios fundamentales.

Mi experiencia ha sido plenamente satisfactoria, se han aprendido muchas cosas en todos los aspectos en estos más de 10 años en Tierra de Las Artes. Me ha dejado muchas enseñanzas, las cuales he estado transmitiendo a mis hijos de forma habitual en el día a día. Todos los días se aprende algo nuevo, además de conocer mucha gente, he tenido que aprender a ser psicólogo, consejero y muchas cosas más...para terminar me gustaría decir que espero estar muchos años en Tierra de las Artes.